martes, 16 de julio de 2013

¿Te enamorarías antes de una isla o de un hombre? -persona ingenua

<-¿Te enamorarías antes de una isla o de un hombre?
-¿Tú sabes cúantas formas tiene el amor?

Eso me  respondió un domingo de lluvia y mucha ruina, ¿O era niebla?, no sé. A veces pienso que responder sin mas, es demasiado sencillo (para una chica tan difícil como ella) y a ella si que no puedo resumirla.

Sé que se mira por fuera,
y lo no le gusta.
Sé que se mira por dentro,
y se asusta.

Y es que en verdad, se enfría tan rápido como arde, llena el  folio de tinta con tantas ganas como lo arruga y además,  se quiere tanto como se odia. Es consciente de que la contradicción y la razón hacen acuerdos, y que ella esté en el punto de mira, es la única condición para firmar. Dicen que si eres un hombre de manos grandes, seguro que te deja firmarla entera.
Fuma como un hombre, pero a escondidas, sabiendo que no está bien lo que hace pero le gusta. Como cuando mira el culo de un hombre, que nunca será suyo.
Se viste con ganas, porque sabe que para que te desvistan con ganas hay que vestirse con muchas más. Apuesta tanto como pierde, como aprende. En definitiva, apuesta la fe, y las bragas. También gana, algunas veces.

Pero ella sabe, sobretodo sabe y dice; demasiadas manos para desabrocharte el sujetador, pocas para desabrocharte la vida, cuando aprieta.

Es un huracán. Se quemaría las manos por quitarte la ropa, la pena y todo lo que lleves puesto . 

viernes, 5 de julio de 2013

Mojarme de ti.

Es difícil verte por dentro cuando hasta el sol te esquiva, porque quemas. Es difícil verte, y no mirarte.
Juraría que es casi imposible resumirte pero;
Eres difícil. Suenas a canción triste. Y hueles a libro nuevo o viejo, depende del día.

Así que, déjame que hable de ti como si supiera lo que digo, como si fuera tu ruina un domingo. Yo solo quiero salvarte un día de lluvia pillándote desprevenida. Sin necesitar paraguas ni excusas, pero mojarme de ti.  Igual es eso, quizá, tú eres lluvia y por eso no te gustas.
Permiteme decir que esas muecas, solo te hacen más bonita y también, si me permites, confesaré que el primer día que vi ese rojo rutina intentando meter a la felicidad en el bolsillo, escogí empezar a creer en todo.

Entiendo que te preocupe que no todo el mundo te quiera bonita y triste, pero es que el mundo no va nada bien.
Aún no sé si está bien hablar del amor como si fuera una asignatura, pero si aprueba alguien, será el que más cicatrices lleve. Demostrando las heridas de amor y guerra. Ojalá no curen nunca.

Y a ti, lo que te hace verso y casi musa, de un romanticismo digno de libro, son los miedos, la sensatez, las cicatrices..

Te has sentido tan viva como tu cabeza te ha dejado.

Y te ríes en la cara de los calendarios -que parece que se han inventado únicamente para quitarte la vida- porque has tachados días tan bonitos como tristes.

Yo me he aprendido una canción para cada noche que mi colchón tiene el honor de tenerte entre sus sábanas. Y por si a caso me sé mil cuentos para no dormir.

martes, 27 de noviembre de 2012

Contando sueños pa' poder dormir..

Me acuerdo cuando pasamos el año nuevo en times square, de como tus ojos le hacían competencia a cada luz de la ciudad, y Nueva York se ponía celoso. O el verano que pasamos, haciendo el amor entre las olas de Santa Mónica. Acuérdate del miedo del principio, como niños, quitándonos la mirada, robándonos los besos que ahora nos faltan. Cuando estuviste una semana sin hablarme y metí a París en la maleta y me mudé a tu cama, como nos volvimos locos las primeras noches o como acabó París donde siempre y yo compartiendo almohada con la melancolía .... De todas las dudas que tenia entre el ¿Por qué no? Y el ¿Por que sí?, y como acabe arriesgando al de la izquierda por el 'porque igual merece la pena'. Y joder, que si la merecía... No había visto tanta vida en una caricia. De hacer como que nos odiábamos siempre y nos queríamos a ratos, sabiendo que era todo lo contrario. Los cambios a última hora, tus manías que acabaron siendo mías, las prisas, los 'buenos días'... Como me despertaba y no estabas pero volvías y me desayunabas con más ganas. Que odiabas mi manía de no poder parar de mover los pies hasta que me dormía pero luego tenías pesadillas si dormías solo. Un fin de semana en Venecia sin salir de la cama. El orgullo que no te soltaba si no era yo quien te besaba y bueno, eso de mis manos por tu espalda, recorriendo historias de vida, cicatrices y heridas. En fin, Nueva York en año nuevo, marzo en Venecia, parís en tu cama, el amor entre olas... ¿Qué más da? Si aun somos nosotros(vivos). /Contando sueños pa' poder dormir/

viernes, 26 de octubre de 2012

Un poquito de fe..

Cuando no sabes si ir y volver, cuando no sabes si vienes o vas.
Madrid está tan lleno de vida, como sus ojos. Pero, ha llegado el frío y el Otoño sin él.  Las calles parecen más tristes desde que tú y yo no nos besamos en cada esquina, el portal donde nos sentábamos ha perdido toda la magia, las estaciones han perdido todo su encanto y los días no tienen recompensa sin tu mirada cuando acaba la semana. Entonces..
Me busco en esas cosas en las que aun veo un poquito de vida. Los libros, escribir, la música, la fe, el amor, los roces, y todo lo que pensé que nunca haría. Y..
Me doy cuenta que estoy viva, que aun late, que no duele pero late. Te das cuenta de todo.
De que tus labios rojos solo esconden al invierno, al puro frío. Ahí debajo, estás a bajo cero como mínimo. Que el violinista de la esquina ha empezado a tocar el canon de pachelbel y que aún te hace llorar, que el amor mueve el mundo y es inmortal, que hay miradas que te llenan tanto que da miedo, que hay personas que vienen sin miedo y con prisa para quedarse, que tu voz suena mejor sin miedos ni corazas, que hay parejas que duran toda una vida, que desearías meterte en cada libro que lees y no salir nunca, en fin. Te das cuenta que estás viva.  Llevas sonriendo tanto tiempo sin razones que lo haces por norma, como si te estuvieran apuntando con una puta pistola. Y no tiene sentido, porque aún hay algo que te hace sentir.
Defiende todo lo que te llene de vida. Porque estará siempre. Vive, porque esto un día se acaba. Pero..
Si me dejas te cambio un poquito de fe por una última mirada.

lunes, 8 de octubre de 2012

El mejor motivo para creer en el destino.

Sé que ella es mejor motivo para creer en el destino. Al final siempre encuentras a quien necesita que le salven. Y ahí estaba ella, con sus letras, con su música. Con sus muros y miedos. Con su dolor y rabia. Y detrás de todo eso, de cada nota y lágrima; amor. En el muro solo había una sonrisa, las sonrisas que cuando
son fuertes, pueden con todo(s). Y ella, había podido con todo(s), pero a veces hay que romper los jodidos muros y los miedos para tener los cojones de soltarlo todo, de llorar y amar con ganas. Vida. A ella que solo puedo darle las gracias por inspirarme en cada palabra, en en esos pequeños momentos que solo hay que saberlos mirar para ver que esconden la jodida felicidad que tanto buscan. Gracias por amarme y quererme solo con leerme. Estas tan en mi alma, que te siento. Ámate mi N y después empieza con los demás. Te amo. (En mi alma)

viernes, 28 de septiembre de 2012

Llega el frío y yo sin ti.

Llega el frío y yo sin ti. 
-Te juro que si me das amor te doy un poquito de fe.
Sin respuesta. Vuelta a la calma, fuera miedos, fuera penas.  Y aun así se te ven los miedos, disimula un poco. ¿Libertad? libertad eran tus jodidos brazos sujetandome.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Corazón un ultimo empujón hacía el olvido

Escribo y viene sin esfuerzo cada recuerdo, cada palabra. Te pienso mientras digo 'venga, corazón un último empujón'. Ya no duele(s), ya no ahoga. Un poco de contradicción por no perder la razón. 'No más parrafadas ' decía, ¿Si no escribo que me queda? Perderme por ti después de esta puta cicatriz que me dejaste no tenía sentido. Escribo mientras suena la lista de reproducción que titulé; "sueña bonito" para soñar despierta y no tiemble la fe. Duermo. Te sueño, me besas, te siento. Despierto y pienso 'que no se cumpla, no quiero volver a caer'. Sabía como y cuando pasearse por mi cuerpo, sin perderse, pero con el tacto exacto para perder la cordura. No quiero nada de él, en mí. Aun me acuerdo cuando su risa era mi melodía favorita, aun me acuerdo y me pierdo. Cada vez está más cerca el olvido, ahora sonrío al escuchar "cuando al punto final de los finales no le siguen los dos puntos suspensivos" ahí está, qué dos puntos suspensivos puede haber después esta puta cicatriz. Felicidad y sin ti. Es mi hora, ya me toca. Me pongo los cascos, cojo un libro. Una vez más me hundo y me encuentro entre libros y palabras, entre agudos y graves.
Sobrevivo